Lo mejor del hotel son sus propietarios. Solo estuvimos la noche del 8 de junio pero nos trataron como a reyes. Por la noche segun llegamos nos preguntaron qué queríamos para desayunar. vaya desayuno! fruta, zumo, huevos, bacon, salchicha, tostadas,... incluso pan recien hecho por ella. que rico! lastima no haber estado mas tiempo porque tenian un jardin con una mesita y una barbacoa y nos invitaban a comer pero habia que ver las cataratas. ademas son unos guias estupendos. ademas hicimos mal la reserva y les mandamos un email un dia antes para cambiar la fecha y no nos pusieron ninguna pega.

Lo mejor del hotel es el servicio y la atención personalizada de su dueña.

Lo más parecido a tu propia casa a 6000 km de distancia. Tanto Emina como su marido son unos excelentes anfitriones. Estuvimos solamente un noche pero fue más que suficiente para percibir su amabilidad. Cuando llegamos por la noche nos enseñaron la casa y nos cambiaron a una habitación más grande (que no tenían ocupada) sin coste adicional alguno. Además nos preguntaron qué queríamos para desayunar al día siguiente. Todo personalizado. El café, zumo natural, fruta fresca y tortitas hizo del desayuno un momento muy agradable junto a su compañía. Si vas en coche (como era nuestro caso) es una elección perfecta. No te defraudará. Tan sólo a 5 minutos de las cataratas.